martes, 23 de septiembre de 2014

Vodafone y las hormigas

Hace tiempo mientras paseaba por ahí pillé un catálogo de ofertas de vodafone en el Phone House de Alcampo la Laguna. Llegué a mi casa y solté el catálogo en el sillón. Al rato lo abrí y cuán fue mi sorpresa al verlo lleno de hormigas... ¿Estaban en mi sillón antes? Y si así era, ¿por qué inundaban el catálogo de vodafone? ¿Las hormigas eran comerciales de la compañía o se preocupaban por mi economía y querían comparar precios? ¿O son parte de una estrategia de vodafone que no llegamos a comprender aún? Lo cierto es que desde ese día tengo que compartir piso con estas negritas criaturas del señor.

He estado pensando en demandar a Phone House por colaborar en un allanamiento de morada o por el panito que compré en el horno del pan que se quedó negro de hormigas cuando un día después lo dejé en el sillón, pero la verdad es que le he cogido cariño a estas pequeñuelas. Entre las arañas y las hormigas que tengo por aquí no creo que ni siquiera se atrevan a robarme los humanos.


He estado alimentándolas un poco, dejando adrede restos de comida por el pollo para ver como juguetean. 



Día 1 - Les encanta el atún.



Día 2 - Se reproducen a una velocidad increíble. La mamá tiene que tener unas anchas caderas .



Día 3 - Mientras cortaba un plátano me hice un corte en un dedo y unas cuantas gotas de sangre cayeron sobre el pollo. Cuando me estaba limpiando en el baño tocaron el timbre y fui a abrir, era mi abuela que quería invitarme al cine a ver machete. Cuando volví me llevé una curiosa sorpresa, las gotas de sangre habían casi desaparecido y un hilillo hormigonal iba desde ellas hasta su guarida.



Día 4 - Son mucho mas listas de lo que pensaba. Han esquivado todo tipo de obstáculos, trampas y engaños y han llegado a la comida. Creo que podrían pasarse incluso las fases difíciles del Portal.



Día 5 - No encuentro las llaves de mi casa para salir y el teléfono esta cortado. Pensé que era raro, pero cuando me acerqué a la ventana para pedir ayuda noté unos pinchazos en los dedos, ¡eran las hormigas! Estaban dispuestas a lo largo de los marcos de puertas y ventanas, preparadas para... no dejarme salir. Son un enemigo formidable. 

Ahora estoy recluido en mi cuarto, las hormigas han bloqueado los navegadores de mi pc y me obligan a currar leyendo e-mails de clientes insatisfechos de vodafone... malditos. No sé cuánto tiempo me queda. Todo esto no hubiera pasado si en la tienda de ¡PHONE HOUSE HUBIERÁN LIMPIADO, COÑO!

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